Roll’eat es una marca española fundada en 2006 por Meritxell Hernández y Jordi Mas, dos ingenieros industriales que decidieron dejar sus respectivas carreras profesionales para embarcarse en esta bonita idea para intentar concienciar al mundo de la necesidad de reducir los residuos.
El primer producto que vio la luz fue el reductor volumétrico, un dispositivo de sensibilización medioambiental utilizado para ahorrar agua en colegios y edificios de la Administración Pública.
Meritxel y Jordi quisieron ir más allá, viendo el gran problema que había con la enorme cantidad de residuos generados en los colegios. Fue entonces cuando crearon el primer Boc’n’Roll como alternativa sostenible al papel de aluminio.
El principal objetivo de Roll’eat es contribuir a concienciar a todos sobre el cuidado y la protección del medioambiente. Teniendo esta filosofía como base, innovan continuamente con productos alternativos que reducen el uso de envoltorios desechables.
Una filosofía que se ha convertido en la base de Roll’Eat, una empresa especializada en ofrecer soluciones creativas y apostar por el Zero Waste también cuando se trata de comer fuera de casa.
Roll’eat destaca por el diseño sencillo y funcional en sus artículos, permitiendo que grandes y pequeños los utilicen por igual, ya que se adaptan a las necesidades de cualquier edad.
Por un lado, tienes los portaalimentos. En estas cómodas bolsitas en las que cabe perfectamente hasta un sándwich entero, podrás guardar galletas, frutos secos, fruta fresca, para un almuerzo rápido en el trabajo, el colegio o de excursión.
Su tamaño reducido y su práctico cierre las hace perfectas para guardar en cualquier bolso o mochila y llevar la comida bien protegida, sabiendo que sus diferentes tipos de cierre, según el modelo, evitarán que se salgan y se esparzan por el fondo.
Por otro lado, no te puedes perder los portabocatas, buque insignia de la marca, en los que podrás envolver no solo un buen bocadillo, sino varios sándwiches, fruta, galletas y mucho más.
Su modo de empleo no podría ser más sencillo. Cuando no se utiliza, está doblado en un pequeño paquete que apenas ocupa espacio, pero cuando se despliega, te permite utilizarlo como un fantástico mantel en el que apoyar tus alimentos y bebidas, evitando que manchar la superficie de apoyo o que esta contamine la comida.
Colocando la comida en el centro, se puede envolver siguiendo las líneas de los pliegues y cerrándola bien con el velcro o el botón, de manera que tu almuerzo quedará perfectamente protegido y listo para llevarlo a cualquier parte.
