Jugar a disfrazarse no solo es divertido en febrero por Carnaval o en octubre por Halloween, jugar a disfrazarse es para todo el año. Juegan a ser otras personas o animales, pueden imaginar quiénes quieren ser y dar vida a ese personaje haciendo volar su imaginación y creatividad.
Ponerse en lugar de otr@ les ayuda a fomentar la empatía, clave para el desarrollo humano y para la mejora de las relaciones sociales de ahora y futuras.
Jugar a disfrazarse también fomenta el juego simbólico, que suele aparecer sobre los 2 o 3 años y estamos convencidas de que no llega a desaparecer nunca, por qué sigue habiendo muchos adultos a los que también les encanta disfrazarse. Tiene un papel importante para el desarrollo de la imaginación, ya que juegan a ser otr@s a través del juego. Es bueno poder ofrecer disfraces y materiales abiertos, que fomentan más la creatividad y el juego libre.
Pintarse es un complemento a los disfraces o también se puede usar sin ellos, detrás de la pintura hay expresión, imaginación…
Es preferible utilizar maquillajes que respeten su piel y estén testados dermatológicamente y que sean de fácil retirada también, es por eso que hemos hecho una delicada selección de ellos con pinturas de cara y esmaltes de uñas.
Nos encantan las capas y las faldas tipo “tutu”, por su versatilidad y comodidad, evitamos disfraces con los que tengan que pasar frío o calor. Las varitas también son un perfecto complemento para crear magia o lo que les sugiera su imaginación.
Es fundamental respetar también cuando no quieren disfrazarse, y ser capaces de observar cuándo no se están sintiendo cómodos, sobre todo en edades tempranas en las que la comunicación es más de tipo no verbal.
El mundo de la imaginación es infinito y maravilloso, solo debemos dejarles las alas para volar y fomentar el Juego, mucho Juego porque es a través de él con el que se comunican y se abren al mundo.
¡Espero que te haya gustado!
