La pelota Oball tiene una forma tan especial que hará que el bebé tenga diferentes formas de agarrarla, es un juguete que en los últimos años se ha convertido en un básico. Es una pelota de colores con 32 agujeros en forma hexagonal que permiten cogerla con mucha facilidad. Acompaña con alegría el gusto por el movimiento y la exploración.
La pelota Oball es completamente flexible y sumamente resistente, se puede lavar con agua y jabón y es libre de BPA. Compuesta de diferentes colores que son un reclamo para él, este juguete fomentará la motricidad con movimientos muy básicos.
La pelota Oball fue el primer regalo que le hice a mi sobrina Andrea hace ya 7 años. Sin saber apenas nada por aquel entonces sobre el juego del bebé ya me pareció un objeto perfecto para aquellas manitas curiosas que querían cogerlo todo, pero que por su capacidad de manipulación a corta edad no siempre era posible, así que sin saber le compré la pelota más amortizada y adecuada a su etapa del desarrollo.
Es ideal como uno de sus primeros juguetes por muchas razones:
- Facilita el agarre y la motilidad gruesa
- Estimula la coordinación mano-ojo
- Pesa muy poco permitiendo así su fácil manejo
- Estimula el movimiento y el desarrollo psicomotor
- Realizada de material resistente, flexible y libre de materiales tóxicos
- Estimula el movimiento de la lengua, ejercicio muy recomendado en bebés que han sido operados de frenillo lingual, intervención llamada frenectomía.
Por todo eso es que hace tiempo que queríamos tenerla en tienda, así que aquí está.
