La maestra Elinor Goldschmied, especializada en Psiquiatría social, fue quien creó el cesto de los tesoros, con el fin de que los niños y niñas puedan descubrir el mundo a través de su propia actividad durante el primer año de vida, desde el momento que son capaces de mantenerse sentados/as.
Es una propuesta que trata de ofrecer al niño un cesto con distintos materiales de la vida cotidiana, para que ell@s puedan manipular y explorar las cualidades de los objetos.
Pertenece al juego heurístico y trata de descubrir el mundo a partir de ellos mismos, para que jueguen libremente sin intervención del adulto.
Los beneficios del Cesto de los Tesoros son:
- Fomenta la capacidad de elección
- Desarrolla la atención y la concentración
- Es un gran estímulo sensorial, ya que utilizan los 5 sentidos
- Despierta su curiosidad
- Estimula la coordinación motora, coordinación óculo-manual, motricidad gruesa y fina
- Potencia la creatividad
- Ayuda a desarrollar conceptos como volumen, capacidad, equilibrio, cantidad…
¿Cuándo empezar a ofrecerlo?
Aunque lo ideal es ofrecerlo desde que pueden permanecer sentados por si solos, se puede empezar a ofrecer cuando el bebé se sujeta boca abajo durante largos ratos, así que lo ideal es entre los 6 y 9 meses, aunque ya sabemos que cada bebé tiene su ritmo de desarrollo.
Lo ideal es ofrecer cestas sin asas, que no sean demasiado rígidas y que no presenten “puntas” o remates que puedan arañar al bebé.
Los elementos se pueden ir cambiando según su curiosidad y necesidades del bebé, lo ideal es combinar distintos materiales e introducir elementos naturales y de la vida diaria.